Para meditar hoy:
“En la guerra, los acontecimientos de importancia son el resultado de causas triviales”
William Shakespeare en “Julio César”
El precio del petróleo en la crisis de Irán
En esta semana se suponía que no habría Newsletter. Y así será en cierta manera: no la habrá con el formato habitual.
Pero el ataque de la fuerza aérea de EEUU a los centros de enriquecimiento de uranio de Irán y la aprobación por parte del Parlamento iraní del cierre del estrecho de Ormuz aconsejan recordar al menos lo que veníamos diciendo sobre la evolución del precio del petróleo en los próximos meses y que tocamos por última vez el día 16 de junio. O sea, el lunes pasado.
Se puede ver todo en el gráfico de hoy. Desde el inicio de 2025 hasta el pasado día 7 de mayo el precio del barril de Brent bajó un 19% (de 75 a 61 dólares). Después inició una recuperación que, según el gráfico, debería llevarlo a final de año un 46% más arriba (contando desde su nivel más bajo) lo que culminaría alrededor de los 90 dólares/barril. Eso representaría una subida en el conjunto del año de algo más del 18%.
Pero el proceso alcista de nuestro GPS se prolongó un poco más hasta recuperar desde mínimos un 56%. De modo que, de esa manera, el precio del petróleo Brent podría irse hasta los 96 dólares/barril.
El inicio de la guerra abierta entre Irán e Israel y su intensificación con el bombardeo norteamericano a Irán del fin de semana ha acelerado el proceso, de manera que en muy pocos días se ha hecho la mitad del recorrido esperado.
¿Y qué decir respecto a las complicaciones que puede tener esta guerra abierta?
Solo hay una complicación posible (dentro del hecho de que las guerras se suelen tornar imprevisibles): la posibilidad de que Irán hubiera conseguido el arma atómica sin que ni EEUU ni Israel lo hubieran detectado, y que estuviera decidido a usarla.
Fuera de esa posibilidad extrema, ni Donald Trump, ni su gobierno, ni su partido, ni sus bases electorales están a favor de una guerra declarada y prolongada con Irán, por lo que es razonable suponer que, como mucho, lanzarán alguna operación quirúrgica más del tipo de la de ayer.
Con ese futurible como contexto, lo probable es que la subida extrema de precio de los combustibles sea de corta duración. Entendiendo por corta los ocho o nueve meses que se representan en el gráfico por la continuación hacia la derecha de la línea rosa.
¿Y la inflación?
En Trump 1, a pesar de esa subida del precio del petróleo, no se produjo un brote de precios demasiado llamativo. El peor momento se produjo en julio de 2018 en que el IPC subió un 2,95% anual.
Si el pronóstico anterior sobre el precio del petróleo se revelara correcto, probablemente tampoco el brote de la inflación que pudiera producirse ahora debería de ser ni enorme ni de larga duración.